Varias casas de cambios, ubicadas en zona fronteriza, decidieron suspender sus actividades y otras regularlas, por el ya casi nulo movimiento por efecto del coronavirus, y se adhieren a la cuarentena ordenada por el Gobierno para tratar de frenar la propagación de la pandemia en Paraguay.
Rogelio Welko, presidente de la Asociación de Casas de Cambios, confirmó el dato y mencionó que las demás empresas cambistas asociadas, que aún continúan operando, están analizando también cesar sus actividades por las misma razones –menor movimiento y para prevenir la propagación–.
“Me piden hasta mañana (por hoy) para decidir si cierran o no, pero la mayoría ya están limitando la entrada de cliente por turno y horarios, también restringido. Algunas van a abrir hasta el mediodía y también cerrarán algunas agencias”, comentó.
El sector comercial, especialmente el de frontera, es uno de los sectores más afectados por la propagación de la pandemia, tanto a nivel mundial como en Brasil y Paraguay. La expansión del virus agudizó aún más la depreciación del real brasileño, que repercutió en el comercio fronterizo lado paraguayo, a través de una menor afluencia de compradores turistas.
A esto se suma la nueva medida ordenada por el Gobierno el sábado e implementada desde ayer, la de cerrar las fronteras para la entrada y salida de personas, a modo de tener un mejor control sobre la propagación.
Welko afirmó que el movimiento en Ciudad del Este está prácticamente nulo, ya que todos los comercios grandes también ya están cerrando sus puertas.
“Creo que en unos días más, otras casas de cambios van a decidir lo mismo porque el movimiento no se justifica, donde los gastos son mayores que los ingresos. Arriesgarse y venir para no hacer ningún negocio no compensa. El personal de las casas de cambios está en constante riesgo de ser contagiado porque diariamente tocan los billetes y tienen contacto con gente que podría estar contagiada”, expresó el empresario.
EFECTOS. Desde su propagación por el mundo, el coronavirus generó varios efectos sobre la economía mundial, como, por ejemplo, volatilidad en el tipo de cambio de las monedas, en el precio de los activos financieros y de los commodities, una caída de la producción y el comercio.
Estos efectos también llegaron a Paraguay haciéndose sentir mediante la fuerte devaluación del real brasileño que hizo perder competitividad al comercio paraguayo en frontera. Hoy al comprista brasileño le es más barato comprar en su país que en Paraguay. La pandemia también retrasó la llegada a Paraguay de mercaderías importadas desde China, país en donde inició el virus.